Muriel Spark nació en Edimburgo el 1 de febrero de 1918. Recién casada, partió hacia Rhodesia (actual Zimbabwe), donde tuvo un hijo, Robin. De vuelta en Gran Bretaña, durante la Segunda Guerra Mundial trabajó para el Foreign Office en el departamento de Inteligencia. Comenzó su carrera literaria como poeta, en un momento en que pasaba por grandes penurias económicas. Graham Greene la ayudó por un tiempo con una pensión de veinte libras mensuales, con la condición de que nunca le diera las gracias ni rezara por él. Con la novela La plenitud de la señorita Brodie (1961), llevada al cine y al teatro, alcanzó el éxito; siguieron más de veinte obras: La balada de Peckham Rye, La abadesa de Crewe, Vagando con intención, Muy lejos de Kensington y Los encubridores, entre otras. En 1993 recibió el título de Dama al servicio del Imperio británico. Después de trabajar un tiempo para la revista The New Yorker decidió retirarse a un pequeño pueblo de la Toscana, donde vivió y escribió hasta su muerte, el 13 de abril de 2006, a los ochenta y ocho años.